Así, cualquier inferencia seria, debe centrarse en los cambios y en las continuidades de la labor realizada año tras año.
NUESTRA ESCUELA
Instituto Pedro Giachino y Jardín de Infantes Pinocho
Comenzar cualquier relato autoreferencial es siempre complejo, referirse a la propia labor viene aparejado al análisis del funcionamiento histórico y de una organización presente.
Consolidar modelos de enseñanza que reafirman la posición del alumno ha fortalecido el perfil del estudiante, pues ha permitido que los jóvenes forjen su autoestima, se sientan en libertad de participar de su propia educación y ganen en Independencia.
No es casual, que aún en tiempos cuando no medran cualidades como la tolerancia, el compañerismo, la solidaridad o la empatía; el clima de trabajo en nuestras aulas revalide ese eje de valores fundante en nuestra cultura institucional. Justamente, el lema del colegio afirma:“Alis Volat Propriis”, su connotación simbólica es reflejo vivo del enfoque que damos a las prácticas académicas de nuestra casa de estudios. Refiriéndose a este espíritu, Freire expone que “Es preciso que el educando vaya asumiendo el papel de sujeto de la producción de su entendimiento del mundo y no solo el de recibidor de lo que el profesor le transfiera”
La educación a lo largo de estos cincuenta años nos ha presentado distintas coyunturas, todas ellas complejas y resultado de una dinámica socio-cultural. En este marco, con actualización constante y con estrategias pedagógicas, se han podido fortalecer aspectos del quehacer escolar.
La enseñanza en el Jardín Pinocho y en el Instituto Pedro Giachino ha respetado una tradición en la transmisión de valores nobles y perdurables, aunque también es cierto que en la actualidad, desde el punto de vista de la formación holística de la persona, se presentaron desafíos tales como preparar al ciudadano del siglo XXI. Atento de lo expuesto, las reformas en el plano edilicio, la independencia de la escuela secundaria y el apostar a la actualización tecnológica y académica, se convirtieron en puntales necesarios para sobrellevar
la labor.
En términos de articulación, conforme fue creciendo nuestro colegio, el trabajo mancomunado entre áreas, la profundización de los lazos comunicacionales y la conformación de acuerdos interdisciplinarios, se constituyeron como ejes de análisis. Trabajamos en aras de lograr que la escolaridad, signada por la continuidad, debe respetar las exigencias que le son propias a cada uno de los niveles. Así, el trabajo en equipo del personal docente y de los alumnos, se concibe como basal al momento de pensar cualquier actividad educativa, intencional y prospectiva.
Finalizando; quienes han confiado y confían en nuestro proyecto, pueden dar cuenta de una escuela en crecimiento, de actualización y tecnologización, de gran perfil humanístico, de profesionalismo docente, de valores, de sinceridad y ante todo, de amor por la tarea. Esta es nuestra escuela, estos son nuestro Jardín Pinocho y nuestro Instituto Pedro Giachino.